Definitivamente este fin de semana nos hemos enamorado de las cabras. Carmen y Mario, en su granja de Cáceres, nos han ayudado a ello. Nos hemos quedado impresionados de lo mansas que son y de lo que se hacen querer. También es verdad que esta pareja, nos ha transmitido el amor que tienen por los animales, el cariño con el que los que los nombran, los alimentan, los cuidan... Tuvimos el privilegio de ponerle el nombre a una de ellas y entre varias propuestas nos quedamos con: Pincel. Yo he aprendido más en dos días en Berzocana, que en toda mi vida sobre los animales de la granja. Gracias Carmen y Mario por lo bien que nos habéis acogido, por la paciencia que habéis tenido especialmente con la tropa de niños, por vuestras sonrisas y por vuestro estilo de vida. Con él sois referencia para mucha gente.
Y su estómago también es de envidiar...sé de una que en una granja escuela se comió unos vaqueros talla 4 enteritos, puestos a secar en la hierba...
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