Los jueves se han ido convirtiendo en un momento especial para mi. Es el día de la semana que reservo para ir a ver a mis padres. Por la mañana, mis dos pequeñajas y yo cogemos el metro y después un autobús y nos vamos de "excursión". Es un día también un poco de descanso para mi, porque tengo la comida preparada y porque, tanto los abuelos como mis sobrinas, están más pendientes de las niñas y yo puedo hacer alguna llamada de teléfono, ver un ratito la tv, que no lo hago nunca, hacer alguna manualidad, ir a hacer alguna compra... Comemos con los abuelos y charlamos (compartimos inquietudes, dificultades, proyectos) y disfrutamos de un día tranquilo familiar. La semana que viene hemos pensado que vamos a ir todos juntos a ver una exposición al Museo Arqueológico. Ya os contaré. Por último, siempre, por la tarde, cuando papi sale de trabajar, viene a buscarnos con el coche y regresamos a casa.