Normalmente el mensaje que me llega de otros con respecto a la relación con mis hijas es que soy muy blanda con ellas. En cambio yo, en el día a día, me descubro a mi misma sintiendo que soy demasiado dura con ellas, que son unas niñas, y tienen derecho a serlo y yo a veces creo que no las doy la oportunidad. La verdad es que llevo unos cuantos días de mal humor, enfadada, gritando por todo, y encima horrorizada y culpable por estar así, por tratarlas a ellas desde mi estado de ánimo. Al principio estaba con la regla y se lo achaqué a mi bajón hormonal, pero esta fase de mi ciclo pasó y yo continúo igual o incluso peor. Y necesito contarlo a ver si me sirve para cambiar de actitud, porque lo que quiero es reírme con mis hijas, contarles historias, jugar con ellas, disfrutar observándolas... Necesito un día nuevo para pedirles perdón, para comérmelas a besos, para perdonarme a mi misma y para volver a retomar el camino, el camino que he querido elegir, y abandonar por el que tengo claro que no quiero andar... Y es verdad que hay días y días, pero puedo caer en la trampa de que se convierta en algo habitual. Y es que en realidad, hay tanto por lo que debo estar alegre y agradecida ...