A mi no me gusta el café. Me gustaría que me gustara, pero... ¡uy qué trabalenguas! Me encanta su aroma y me gusta que sea la excusa perfecta para quedar con otros, compartir ideas, sentimientos, planes... Hoy me siento pletórica después del café (en mi caso manzanilla) con M. y M, después de plantear todas las ideas que queremos poner en marcha, después de compartir nuestros miedos y dificultades con la crianza... Gracias chicas, me siento acogida y me siento llamada a estar con vosotras y vuestras familias.