¡Madre mía! ¡Casi un mes sin escribir en el blog! Es que la vida me puede y además cuánto más ha ido pasando el tiempo más difícil me ha ido resultando volver a sentarme a "escuchar mi silencio"...
Parece que tengo necesidad de regresar, una y otra vez, a mi infancia, de recordarla y contemplarla con nostalgia. Supongo que tendrá mucho que ver el que mi peque mayor me pide, unas cuantas veces, que le cuente historias de mi infancia. No hace mucho le contaba cómo cada mañana, antes de ir al cole, me quedaba con mi madre en su habitación escuchando la radio, mientras ella estaba sentada, sobre su cama, cosiendo o tejiendo. Mi madre y yo escuchábamos el serial radiofónico La Saga de los Porretas y nos encantaba. Según le iba narrando la historia a mi hija, iba recordando las agradables sensaciones que me producían aquellos momentos (las risas de mi madre, la luz que inundaba toda la habitación...). Me sentía muy acompañada. Incluso recuerdo, que hubo un momento en el que me cambiaron el horario de entrada al colegio y ya no podía escuchar el serial, y le pedía a mi madre que me lo contara, pero ya no era lo mismo. Cada mañana, los Porretas, en la habitación de mis padres y junto a mi madre, me daban calor para comenzar el día. Hoy he escuchado el capítulo 100 del serial aquí, y he podido recordar las voces de sus personajes, especialmente la del actor que doblaba al carismático abuelo Segismundo (Manuel Lorenzo).
Desde la nostalgia del recuerdo he de confesar que echo un poco de menos aquellas mañanas.