Hoy vengo a hablaros de un proyecto. No es un proyecto personal, sino el proyecto de mi padre. La verdad es que mi padre es un hombre sencillo, y no hay demasiadas cosas que le emocionen. No es un amante de la literatura, ni del cine, ni de la música... Eso sí, es un amante apasionado de su pueblo: un pequeño pueblo salmantino al que pertenece la foto de la imagen (hace ya unos cuantos años celebrando las fiestas). Ahora mismo, mi padre está entregado en cuerpo y alma a su proyecto: escribir sus memorias, teniendo siempre como telón de fondo su pueblo. Y yo disfruto viendo tan emocionado a mi padre. Me encantaría saber todo lo que pasa por su cabeza cuando se sienta frente a la pantalla del ordenador a escribir; me gustaría saber lo que siente su corazón cuando recuerda el tiempo de atrás; me gustaría saber cuáles han sido las motivaciones que le han embarcado en este bonito proyecto... En cualquier caso, yo estoy deseando leerlas y estoy, además de muy ilusionada, muy agradecida de que mi padre nos quiera ofrecer este regalo... Un regalo de amor.