La pequeña E. acaba de cumplir dos años. Es un misterioso gigante para mi. La maternidad con ella se me pone a prueba día tras día. Me da mucha rabia cuando la gente en la calle me dice: ¡Con los pelos que tiene muy buena no debe ser...! Nunca he entendido qué conexión pueda haber entre el tipo de pelo y el carácter; que alguien me lo explique. Lo cierto es que es una peque movidita, que me hace perder la tranquilidad y la confianza, que me hace perder la paciencia y me lleva hasta el grito, que me hace buscar y rebuscar mil y una estrategias para convencerla... Pero... ¡La quiero tanto!... Me deshago con su sonrisa; me fascinan sus preguntas; me encanta su sociabilidad; me ilusiono con sus intereses; me derrito con sus cancioncillas; babeo con su pasión por su hermana; alucino con sus capacidades "circenses"... Ahí estás pequeña E. ayudándome a conocerme más y a amar más. Gracias "Chifulen".