martes, 1 de noviembre de 2011

Chifulen cumple dos años

La pequeña E. acaba de cumplir dos años. Es un misterioso gigante para mi. La maternidad con ella se me pone a prueba día tras día. Me da mucha rabia cuando la gente en la calle me dice: ¡Con los pelos que tiene muy buena no debe ser...! Nunca he entendido qué conexión pueda haber entre el tipo de pelo y el carácter; que alguien me lo explique. Lo cierto es que es una peque movidita, que me hace perder la tranquilidad y la confianza, que me hace perder la paciencia y me lleva hasta el grito, que me hace buscar y rebuscar mil y una estrategias para convencerla... Pero... ¡La quiero tanto!... Me deshago con su sonrisa; me fascinan sus preguntas; me encanta su sociabilidad; me ilusiono con sus intereses; me derrito con sus cancioncillas; babeo con su pasión por su hermana; alucino con sus capacidades "circenses"... Ahí estás pequeña E. ayudándome a conocerme más y a amar más. Gracias "Chifulen".

4 comentarios:

  1. Me encantan las niñas "despeinadas". Nunca me sugieren "mal caracter" sino espíritu aventurero, alegría y vitalidad. No hay más que verla.
    Muchas felicidades, a ella por vivir, a tí por ser su madre.
    Disfrutad del día y del resto de vuestra vida juntas!!

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  2. Felicidades a la pequeña E. Te entiendo perfectamente, porque con Vina me pasa algo similar. Joel tenía muy buen carácter en general, y no tuve que pasar por demasiadas crisis en cuanto a esto. Pero Vina es otra cosa. Me recuerda mucho a ella lo que cuentas de E.

    En cuanto a la gente, qué simple. El período de la infancia parece que les confiere el permiso -y la mala de educación- para hablar de cosas que no saben e inmiscuirse en la vida de los niños (y de los padres). Yo les suelo decir que los niños no son malos, son más movidos o menos. Hay gente entonces que te da la razón, como si no hubieran pensado en ello. Posiblemente no han pensado en ello y la frase les sale directamente (la frase "qué niño más malo") sin pasar por el cerebro.

    1beso, guapa.

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  3. Sí Carmen, mi pequeña es una auténtica aventurera, el único problema es a dónde le llevan a veces esas aventuras, porque ayer acabó con la uña de un dedo de la mano negra. Menos mal que yo soy bastante tranquila, ¡a lo mejor me paso de tranquila! Y sí, llama la atención de todo el mundo por su alegría y vitalidad. Gracias y un besazo.
    María, a ver si cuando quedemos nos apoyamos en esto de la maternidad, aunque sólo sea hablando un rato. Un besazo muy fuerte.

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