miércoles, 16 de noviembre de 2011

Miedos infantiles

Mi hija mayor de casi cinco años, hasta ahora nunca me había expresado que tuviera miedo a nada. Pero lleva una temporada que sí: se ha despertado alguna noche con pesadillas, quiere que la acompañe al baño... Esta mañana me ha dicho claramente que tenía miedo de la muñeca de porcelana que está en la habitación, porque sentía miedo de que pudiera abrir los ojos. En cuanto me lo ha contado he ido a cambiar la muñeca de porcelana al salón y sobre todo le he dicho que me alegraba un montón de que me explicara de qué sentía miedo y así podíamos buscar soluciones. 

Cuando yo era pequeña estuve durmiendo con mi hermana, pero no en la misma habitación, sino en la misma cama, hasta los 13 años. Me moría de miedo y nunca me sentí comprendida por nadie. ¡Ojalá sea capaz de acompañar y entender a mis hijas en sus miedos!

4 comentarios:

  1. Muchos adultos se contentan (yo a veces) con decir que no pasa nada o que qué tontería. Es importante lo que has hecho, gracias por escribirlo porque así me acordaré cuando Joel me pida que le acompañe a la cocina porque está la luz apagada.

    PD: a mi pareja le asustaba mucho de pequeño un muñeco de Fofó, el payaso. Creía que se movía y le miraba. Le causó bastante trauma y su madre ni se ha preocupado todavía de guardarlo o tirarlo, pese a que está mugriento y haraposo. Menos mal que yo misma le compré un billete al susodicho, para que viaje por ahí, hace un par de meses.

    1beso.

    ResponderEliminar
  2. La verdad es que a todos nos pierden las formas con los peques muchas veces: cuando no es con gritos, es con infravalorar sus sentimientos o sus pensamientos... No obstante yo creo que escribiendo, uno se para un ratito a contemplar y eso creo que es muy bueno para tomar aire y tratar de cambiar. Necesitaríamos dos vidas: una para aprender y otra para vivirla. Un besazo María: Noe.

    ResponderEliminar
  3. Uf, Noe, ha sido mirar la muñeca en cuestión e imaginármela abriendo los ojos y se me han puesto los pelos de punta...

    ResponderEliminar
  4. Tienes razón Carmen. Tú sí que sabes ponerte en los ojos, en la piel de un niño. Un besazo: Noe.

    ResponderEliminar