Este verano cogí en la playa piedras lisas y con poco peso con idea de pintarlas. Es un auténtico vicio. ¿Por qué no cogería yo más? Según las iba pintando, con rotuladores un poco gruesos que dificultan los detalles, estaba pensando en lo bonitas que podrían quedar sobre la ropa.
Y eso he hecho, pegando por detrás, con pegamento, un broche. Hoy he estrenado uno de ellos. Me encantan. Fácil y barato.
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