Mi cuñada le regaló a B. este precioso vestido para su cumpleaños. Además de que le ha quedado precioso, y de que está guapísima con él, resulta que se lo ha hecho ella misma y eso lo valoro un montón. Por otra parte, ha cogido y se lo ha "copietado" a una carísima diseñadora infantil, pero dándole además su toque personal y por un bajo coste.
Cuando yo era pequeña en casa de mis padres siempre estaba sonando la máquina de coser, siempre había hilos por el suelo, o alguna alfiler, siempre había retales de los que mi madre sacaba verdaderas maravillas, pero nunca se me ocurrió aprender a coser a máquina. Ahora me encantaría haber aprendido. Pero, nunca es tarde... Gracias Ana, por tu regalo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario