Ayer le regaló mi madre a B. esta muñeca, que se llama María, que ha bordado y cosido ella misma con sus manos. Cada vez me gustan más y le doy más valor a los regalos hechos a mano, porque además del trabajo que hay en ellos, de que se rompe con el consumismo y se intenta reciclar, se hacen siempre pensando en la persona a la que van destinados.
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